“Docente es quien está cerca del alumno, atento a sostener la mano, a transitar la dificultad, incitando a traspasar las fronteras. Haciendo señas desde un sitio desconocido, al que vale la pena visitar”.

domingo, 8 de abril de 2012

Aspectos de la ciencia que nos dicen cómo enseñarla-Aspecto Empírico

En el libro "La Ciencia en el Aula", se sugieren algunos "aspectos" de la ciencia que pueden ser incorporados a las prácticas cotidianas de los docentes. 

Hemos partido de reconocer que la ciencia no se caracteriza sólo por su "método", de modo que desarrollar un pensamiento científico no radica simplemente en "aprender un método de indagación" sino que se trata de internalizar cuestiones más amplias que incluyen a la epistemología, la historia y la sociología de la ciencia.

Para promover un pensamiento científico --argumentan los autores-- deberemos cambiar nuestras prácticas docentes en el aula de modo que sean más "consistentes con" y "conducentes a" el desarrollo del pensamiento científico. Para ello hemos delimitado una serie de características o aspectos de la ciencia que deberán aparecer de formas variadas (y a veces casi invisibles) en nuestra práctica diaria. 


No se trata de una unidad, ni de un módulo o una serie de actividades, sino de transformar la cultura del aula (Por cultura del aula entendemos no sólo la forma en que los estudiantes y docentes se relacionan entre sí y las cosas que hacen, sino también los textos que leen y producen, los temas que se tratan y la manera en que se encara el trabajo, es decir, la didáctica y el currículo) de modo tal que se asemeje, en puntos clave, a la cultura que construye un equipo de investigación y la comunidad científica en general. 

Esto no quiere decir que los estudiantes harán investigación científica como modo de aprender ciencia. Más bien, significa que habría que tratar de enseñar ciencia de "cierta manera" que induzca el desarrollo de las actitudes científicas que mencionamos más arriba.

¿Cuáles son esos aspectos?

1-El aspecto empírico de la ciencia
Para entender un poco mejor de qué estamos hablando veamos una característica evidente de la ciencia. Sabemos, o así nos lo dicen, que el conocimiento generado por la ciencia guarda una estrecha relación con la realidad que nos rodea. Más aún, la ciencia pretende producir descripciones y explicaciones de esa realidad, no de un mundo inventado en nuestras cabezas. 

En una visión tradicional (y probablemente errónea) del quehacer científico, el conocimiento científico se inicia en la observación de los fenómenos, usualmente a través de la manipulación experimental de la realidad, pero siempre a través de nuestra información sensorial. Es decir, las ciencias físicas y naturales no lidian con mundos de fantasía sino con las cosas que verdaderamente existen. Voy a llamar a esto el aspecto empírico de la ciencia.

Ahora imaginemos una clase de ciencias en la cual los estudiantes nunca se enfrentan a fenómenos. Leen de un libro y escuchan las explicaciones de su docente acerca de las moléculas y el movimiento, el sonido y el calor. Nunca ven un termómetro o realizan un experimento. Es más, el docente simplemente les cuenta cómo son esos fenómenos sin referencia alguna al proceso por el cual sabemos cómo son. 

Obviamente esta clase no incorpora en modo alguno el aspecto empírico de la ciencia. ¿Cómo pueden los estudiantes en este contexto comprender de qué se trata la ciencia o adquirir algo del espíritu científico?
No estoy diciendo que una clase perfecta de ciencias debe ser totalmente experimental. Lo que sugiero es que en cada clase uno puede tratar de incorporar, de alguna manera, el aspecto empírico. 

Por ejemplo, en vez de organizar una clase explicando primero un concepto y después mostrando un experimento que lo ilustre, podríamos tratar de trabajar al revés: primero hacer el experimento y después, al analizar los resultados, encontrar el concepto que estamos buscando. 

Existen muchas formas sutiles en las cuales violamos el aspecto empírico de la ciencia. Toda vez que le damos prioridad a las palabras frente a las observaciones, lo estamos haciendo. Una clase que empieza con la frase "Vamos a estudiar energía. Chicos, ¿qué entienden por energía?" parece estar sugiriendo que la comprensión yace en entender el significado de la palabra energía cuando en realidad éste es simplemente un término acuñado para describir una serie de conceptos. Lo importante es entender esos conceptos y cómo fueron construidos para describir una realidad fenomenológica.






Actividad Inicial:

Los invitamos a leer la bibliografía “La Ciencia en el aula”. 
A partir de su lectura ustedes tendrán una visión más detallada del aspecto empírico de la ciencia. 

En las clases a las que ustedes asisten, han asistido o que ustedes mismos enseñan, ¿en qué forma se incorpora el aspecto empírico de la ciencia?, ¿en qué forma se lo deja de lado y en qué formas de enseñanza la práctica directamente está reñida o viola este aspecto? 

¿Se les ocurre alguna manera de introducir un cambio (por pequeño que sea) que acerque a alguna clase al aspecto empírico de la ciencia un poco más?