“Docente es quien está cerca del alumno, atento a sostener la mano, a transitar la dificultad, incitando a traspasar las fronteras. Haciendo señas desde un sitio desconocido, al que vale la pena visitar”.

lunes, 9 de abril de 2012

Aspectos de la ciencia que nos dicen cómo enseñarla-Aspecto Abstracto

Pero el conocimiento científico no es simplemente una descripción perfecta de las cosas y fenómenos que observamos. Las ideas más poderosas en ciencia son de carácter abstracto e imaginario. 


Las teorías científicas son construcciones muchas veces complejas que no derivan únicamente de la observación sino que son postuladas por actos de la imaginación para explicar observaciones, es decir, para acomodar o darle sentido a fenómenos, situaciones o relaciones. 

Por ejemplo, la idea de átomos fue desarrollada mucho antes de que la ciencia encontrara un uso para ella, había brotado de la descabellada imaginación de los griegos. Aún hasta fines del siglo XIX científicos inteligentes y destacados dudaban seriamente de su existencia real, aunque no de su utilidad intelectual o científica. 

Muchas de las ideas centrales de la ciencia tienen este carácter fantasmal: son construcciones teóricas. Las partículas elementales, la energía, el calor, los genes son construcciones imaginarias que han resultado extremadamente útiles. El flogisto y el éter, consideradas como reales hace tiempo, fueron desechadas. Hasta los planetas (en tanto mundos sólidos como la Tierra) fueron propuestos como parte de una construcción teórica.

Es decir, que con el aspecto empírico de la ciencia convive este otro aspecto que podríamos llamar abstracto o imaginario. 
Las ideas de la ciencia se contrastan con la realidad pero no se derivan directamente de ella. Las entidades propuestas por la ciencia no son siempre de carácter físico sino que, las más de las veces, son imaginadas para poder entender mejor la realidad. 

Muchos adolescentes, e incluso adultos, tienen dificultades en comprender este aspecto abstracto de las ideas científicas, o de conciliarlo con su aspecto empírico. ¿El átomo, a fin de cuentas, existe o no? ¿Los electrones giran o no? Hay quien dijo que la ciencia es la frontera ardiente entre la observación y la imaginación.

Para poder enseñar a pensar científicamente es importante poder zambullirse en el pensamiento teórico, poder sentirse cómodo con su carácter provisorio, pero a la vez reconocer que no toda teoría o construcción teórica es válida y que algunas son más válidas que otras.

Podemos entender al conocimiento científico como una narración sobre la realidad. Esta narración busca ser amplia, pero a la vez económica, es decir, pretende ofrecer ideas simples y escasas que hagan inteligibles vastos dominios de conceptos y observaciones. Además, busca ofrecer una mirada profunda sobre las causas y los mecanismos de los fenómenos que observamos. Para poder alcanzar esa economía y esa profundidad de comprensión, los científicos generan una plétora de entidades teóricas, que nacen como recursos del pensamiento para poder imaginar lo invisible y aquello que está más allá del alcance de nuestra mente. 

Obviamente, los educadores en ciencia nos vemos atraídos por estas abstracciones teóricas justamente por su fuerte poder simplificador, el cual muchas veces aumentamos como parte de la transposición didáctica. En otras palabras, los científicos condensan y simplifican la realidad en paquetes fácilmente "digeribles" y los educadores los simplifican aun más para poder transmitirlos efectivamente. En el proceso, nos alejamos más y más de la fuente fenomenológica de las ideas y nos adentramos en un "País de las Maravillas" científico.

Uno de los grandes desafíos de la educación en ciencias es poder ayudar a los estudiantes a apreciar el carácter inventado de las ideas científicas así como los mecanismos (robustos y rigurosos, nos gustaría decir) con los que los científicos contrastar que esas ideas verdaderamente se ajusten a la realidad. 

¿En qué se diferencian el mundo microscópico de los átomos y la Tierra Media de J.R.R. Tolkien?¿Qué tienen en común? En otras palabras, los estudiantes deberán apreciar la interacción entre los aspectos abstracto y empírico de la ciencia y comprender el carácter de las ideas teóricas; esto es importante no sólo porque éstas son las ideas más jugosas y profundas que produce la ciencia, sino porque son también las ideas que determinan el resto de la actividad científica ya que constituyen nuestra visión de la realidad y moldean nuestros prejuicios.




Actividad 2:


Muchas de las definiciones que usamos en el aula son de corte teórico. 
Por ejemplo, si definimos sustancia pura como un sistema con un solo tipo de molécula, estamos aludiendo a un cuerpo de teoría (la teoría atómica). 
Con frecuencia introducimos estas definiciones antes de haber explorado con cuidado el cuerpo teórico en el que esos términos tienen sentido. 

Esto puede llevar a confusiones. 

a-¿Somos conscientes, cuando enseñamos ciencias, si las ideas que estamos trabajando son construcciones complejas alejadas de la percepción? 

b-¿Tenemos el cuidado de desarrollar los cuerpos teóricos antes de introducir los términos teóricos correspondientes?